Las emotivas lágrimas de una madre reunida con su hijo tras 68 años de separación forzada

Esta fue una reunión coreana. Madre e hijo se encuentran por primera vez, después de 68 años.

"Sang Chol!", dijo Lee Keum-seom, con 92 años de edad, mientras tenía en sus brazos a su hijo, que estaba perdido en un centro vacacional en Corea del Norte el pasado lunes 20 de agosto. CNN tiene la noticia.

Lee había estado esperando 68 años para este momento, después de que los dos se separaron durante la Guerra de Corea y quedaron atrapados a ambos lados de la zona desmilitarizada (DMZ) que ahora divide las dos Coreas.

Sang Chol tenía cuatro años cuando vio a su madre por última vez. Él ahora tiene 71 años, él mismo es un anciano. El lunes se sentó esperando la llegada de Lee con su nuera. Lee estaba acompañada de sus dos hijas, que crecieron en Corea del Sur.

sta fue una de esas reuniones emocionantes familiares, siendo realizada en un centro turístico cerca del Monte Kumgang, donde los autobuses llenos de surcoreanos conducían temprano ese lunes. Daily Mail publica un video en YouTube sobre esto.

Eran las 89 afortunadas familias seleccionadas entre los más de 57,000 que habían solicitado las reuniones, acordadas bajo la Declaración de Panmunjom firmada por el presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong Un durante una histórica cumbre a principios de este año.

Mira más detalles de este reencuentro:

Más del 60% de los que buscan reuniones tienen más de 80 años y son acompañados en el viaje en autobús al norte por sus hijos y otros parientes.

Después de que la reunión emotiva inicial había terminado, Sang Chol le mostró a su madre una foto de su esposa, que había estado con su hijo cuando la pareja se separó, pero luego murió.

"Esta es una foto de mi padre, mamá", dijo Sang Chol, disolviéndose en sollozos.

Antes de irse al viaje en autobús al norte el lunes, Lee le dijo a CNN que había rezado para que su hijo tuviera una vida larga para que la pareja pudiera reunirse.

"Mi familia en Corea del Norte no vivió mucho, así que oré por la salud de mi hijo", dijo.

Se sentía nerviosa por conocer a su hijo mayor, a quien no había visto en mucho tiempo y a quien solo conoció cuando era un niño pequeño, sin saber dónde comenzar a ponerse al día en una vida separada.

"¿Qué debo preguntar?" decía ella totalmente intrigada. "Oh, debería preguntarle qué le contó su padre sobre mí. Su padre debe haberle contado sobre cómo nos separamos y dónde estaba nuestra casa. Debería preguntarle sobre eso".