Mamá orgullosa cuenta cómo su hijo con autismo se graduó de ingeniero informático

Doctores y maestros le dijeron a la madre que su hijo no iba a servir para nada, pero esto no pudo con sus ganas de sacarlo adelante.

En 1997, Maria Cecilia Lovera, junto a su esposo, asistieron a una cita con una psiquiatra en Chile para evaluar el estado de su bebé, de tan solo 3 años de edad.

News Detail cuenta que la profesional, luego de evaluar al menor, les contó que iba a ser un chico muy especial, era autista. De hecho, mirando a ambos padres, les dijo que siguieran intentando tener más hijos, pues el pequeño Iván "no iba a servir para nada".

Con furia, regresaron a casa y comenzaron a instruirse en el tema del autismo, tanto como fuera necesario. Visitaron a otra especialista que les aconsejó que pusieran al chico a estudiar en un colegio normal, como todos, y así lo hicieron.

Pero ahí comenzó la lucha, en muchos colegios no aceptaron a Iván. Incluso le preguntaban a la madre que para qué quería que estudiara. Nadie creía que un chico con autismo pudiera estudiar o hacer algo por su vida. Pero la furia de Maria Cecilia, la llevó a insistir y pasar por más de 20 colegios, hasta que su hijo se pudo graduar.

Iván era un guerrero, soportó bullying, burlas, chicles en el pelo, todo tipo de maltrato por parte de compañeros de estudio y profesores. Sin embargo, nada de esto pudo acabar con sus ganas de estudiar.

Hoy en día, la madre orgullosa, comparte en su cuenta de Twitter un mensaje que causó bastante revuelo:

El pequeño Iván, quien en algún momento fue comparado con un mueble, hoy en día es un ingeniero en informática y su madre es la más orgullosa en decirlo. Un claro ejemplo de que nada es una barrera para lograr los sueños.

Y es que la ignorancia frente a esta condición mental, puede llegar a causar graves errores. Un caso muy similar ocurrió con un padre, que se indignó con los empleados de McDonald's luego de que estos echaran a su hijo con autismo del establecimiento.

El inconveniente se dió porque el pequeño entró con un perro de asistencia, que era su apoyo a diario. Pero los empleados no aceptaron esta situación y no le vendieron nada al pequeño.