Esposa llegó a casa 3 horas tarde de una fiesta

A medianoche, las cosas no siempre funcionan según lo planeado, al menos esa fue la conclusión a la que llegué un día.

Después de una larga semana de trabajo, unas amigas y yo decidimos tener una salida nocturna de solo chicas, pero como tenía planes con mi esposo para el día siguiente, prometí estar en casa antes de la medianoche.

Comenzamos a relajarnos y pasaron las horas, hasta que finalmente llegué a casa, y cuando el taxi me dejó, era justo antes de las 3 am.

La promesa que le había hecho a mi esposo horas antes la había incumplido. De repente, me di cuenta de que mi mente embriagada intentaba coordinar mi mano para abrir la puerta y que la llave encajara en la cerradura.

Apenas pude entrar a la casa cuando el reloj de cucú en el pasillo se activó, haciendo cu-cu tres veces. Al darme cuenta de que mi esposo podría estar despierto, rápidamente hice un cuco otras nueve veces.

Orgullosa de ser capaz de tal ingenio durante la embriaguez, me quedé adormecida, contenta de haber evitado el conflicto con mi esposo.

A la mañana siguiente, tal como habíamos acordado, dije: "Medianoche". Con una cara burlona y desconcertada, mi esposo dijo: "Necesitamos un nuevo reloj de cucú".

Mientras tomaba un sorbo de café, traté de parecer inocente mientras preguntaba por qué. Entonces él respondió:

"Bueno, anoche nuestro reloj hizo un cuco tres veces y luego dijo: 'Oh, mierda'". Hizo cucú 4 veces más, se aclaró la garganta, luego otras tres veces, soltó una risita, luego tropezó con la mesa de café y se tiró un pedo".

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