Hombre de 72 años se pasea en zunga y maletín para hacer una curiosa protesta contra travestis

Un hombre de 72 años en argentina cansado de no ser tomada en cuenta una queja formulada ante la policia decidio llamar la atención a toda costa, lo logró con un método muy peculiar pero efectivo.

Alberto Mattar vive en la localidad de San Juan, Argentina, en el barrio donde reside siempre estuvo rodeado de tranquilidad, pero esa tranquilidad tiene un tiempo que terminó, debido a unos descubrimientos hechos en la vereda que circunda su hogar, preservativos usados que convirtieron su adorada vereda en un sitio asqueroso.

Luego de semejante hallazgo Mattar no dudo en hacer la denuncia de lo que consiguió, según el hombre estos preservativos encontrados se debe a que su zona residencial se ha convertido en lugar de encuentro de prostitutas transexuales y sus respectivos clientes.

SE SINTIÓ IGNORADO

La denuncia realizada por Alberto fue ignorada por completo, provocando indignación en el hombre septuagenario, sin embargo Mattar no se dio por vencido y comenzó a pensar cual sería la mejor manera que su reclamo fuera atendido por las autoridades.

La plaza 25 de Mayo es una de las más concurridas de la ciudad, fue el lugar ideal para Alberto realizar su protesta, no utilizo pancartas o altavoces, sumanera de protestar fue salir semidesnudo a la concurrida plaza.

"Me puse la tanga porque pensé que debe haber una ley que los ampara y me vestí de la misma forma, pero parece que la ley a mí no me ampara, es la única forma en la que logré llamar la atención, la única manera de que la sociedad se entere de que lo está pasando", señaló el molesto hombre.

LOGRÓ LLAMAR LA ATENCIÓN

El hombre logró llamar la atención de las autoridades, aunque no la esperada por él, fue inmediatamente detenido, a pesar de esto fue liberado luego de unas horas y declaró no se rendiría, "Tengo decidido seguir haciéndolo. Es la única forma en que veo que la población se entera. Estoy dispuesto a seguirlo hasta la muerte. Sé que estoy arriesgando la vida. Sepan que si me pasa algo no fue por suicidio sino porque me limpiaron".

A pesar de fracasar en su intento el anciano lo tomo con gracia, "Estoy dispuesto a volver a hacerlo, aunque es muy incómodo caminar con tanga. No sé cómo hacen las mujeres para andar así", finalizó Alberto quien tuvo que pagar una multa para poder salir en libertad.

Mattar fue ignorado algo que lamentablemente ocurre mucho con las personas de la tercera edad, aunque Rodolfo Rodriguez de 91 años recibió algo más que una simple desprecio cuando fue golpeado por una mujer que estaba acompañada de su hijo.