Perro fiel esperó por días el regreso de su amigo humano sin saber que ya había fallecido

Durante dos semanas, el pobre canino estuvo esperando frente a la entrada de una facultad a que su amigo regresara, como lo hacía todos los días, para compartir y hasta comer juntos.

La fidelidad de un perrito callejero llamado Buboy hacia un hombre que lo había alimentado durante cuatro años le rompe el corazón a más de uno. Lo que no sabía el cachorro era que esa persona no regresaría a él otra vez.

Las últimas dos semanas, el canino se había mantenido esperando por su cuidador, el profesor Carmelito Marcelo, en las afueras de oficina de la facultad en el Mabalacat City College en Pampanga, Filipinas, donde este trabajaba, pero lamentablemente el hombre falleció el pasado 18 de mayo de un derrame cerebral.

Mientras tanto, Buboy se la pasaba en la entrada de la institución, raspando la puerta, aguardando por su persona favorita para ser alimentado.

Para las personas que trabajan o estudian en el lugar, fue muy doloroso ver al cachorro moteado esperando en vano al fallecido profesor, ya que el canino lo seguía a todas partes, de clase en clase e incluso almorzaban juntos, según la colega del docente, Kristina Demafelix.

La mujer contó que el profesor se sentía tan unido al perro que iba a la facultad a visitarlo, aun cuando no tenía clases programadas.

Demafelix recuerda que Buboy fue a la oficina de Marcelo cuando este había sido ingresado al hospital. Y no pudo quedarse tranquila sabiendo que el cachorro no encontraría lo que tanto buscaba, así que lo ayudó al animal estresado a encontrar el “cierre”.

"No puedes expresar todo el dolor porque no sabes lo que pasó… De repente no fue a la escuela, pero todavía estás esperando afuera de la facultad, donde siempre lo estás esperando, siempre estás esperando su llegada", escribió la profesora en Facebook.

De esta manera, Demafelix decidió llevar al perrito al velorio de Marcelo el pasado martes, para ayudar al cachorro a entender la partida de su fiel amigo y para que pudiera despedirse de él.

Lo verdaderamente sorprendente fue la reacción del canino, que pareciera haber entendido al instante lo que había ocurrido con el docente. Le presentó sus respetos mientras veía a su amigo dentro del ataúd.

Ahora que el profesor no está, los miembros de la facultad y el personal quieren unirse para cuidar a Buboy entre todos. “Toda la escuela está preocupada por Buboy y la escuela es la que se convirtió en su hogar”, escribió la mujer.

Cuando de fidelidad se trata, la verdad es que muy pocas personas pueden superar la que demuestra un canino, y esto lo corroboró Luke, un pastor alemán que esperó durante siete días a su dueño porque este le dijo “quédate”.

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