Agustín Isunza: la historia del gran comediante y buen amigo de Pedro Infante

El actor hizo reír a toda una generación con sus más de 195 películas.

Agustín Isunza fue uno de los actores mexicanos secundarios más conocidos del cine. Poseía un gran talento para la comedia y para arrancarle risas a cualquiera.

En vida, el cómico trabajó en muchas compañías de comedia y de género chico. Es conocido por sus numerosas actuaciones durante la Época de Oro del cine mexicano, frecuentemente como actor secundario o de reparto.

Nació un 3 de septiembre de 1900 en Múzquiz, Coahuila, México. Su padre trabajaba como pagador de un regimiento de caballería.

Debido a esto, a los 15 años Agustín decide enlistarse en el ejército carrancista, donde permanecería durante 14 años, dándose de baja con el grado de subteniente.

Sobre sus inicios en el mundo artístico, Agustín reveló en una entrevista publicada en los “Cuadernos de la Cineteca Nacional: Testimonios para la Historia del Cine Mexicano” tomo 4:

"Ya desde la milicia contaba chistes, hacía reir a mis compañeros que me decían: 'Oye, tú puedes ser cómico ¿por qué no te metes?'.

Mientras trabajaba en el Departamento del Distrito Federal, probó suerte como actor aficionado en la obra de teatro Mujercita mía, en 1927.

Desde entonces, trabajó para compañías como la de Manuel Tamés y Luis G. Barreiro, así como en los programas del teatro Garibaldi hasta 1935, cuando se convirtió en parte del elenco estable de la Cía. El actor dijo:

“El 18 de junio de 1930 debuté como cómico en el Teatro Garibaldi, al lado de Miguel Inclán, en una cosa que hacía el “Panzón” Roberto Soto. Gusté y al final me hice figura. Ahí, con la compañera de mi presentación, Celia Tejeda, se llegó a formar una pareja, pues éramos las estrellas.”

Fue en el año 1937 cuando debutó en la gran pantalla con “La Adelita” de Guillermo Hernández Gómez, junto a Pedro Armendáriz y Esther Fernández.

Después vendría "Alucarda" en 1975, de Juan López Moctezuma. Según los críticos, su mejor actuación fue con su personaje de Juan Primito en “Doña Bárbara” (1943) de Fernando de Fuentes. Curiosamente, se trata de un papel dramático.

No obstante, la audiencia lo recuerda por sus comedias rancheras junto a su amigo Pedro Infante, Jorge Negrete y Antonio Aguilar.

Otra gran actriz de la Época del Oro del cine mexicano fue María Eugenia Llamas, "La Tucita" de las películas de Pedro Infante.

Sus frases, como "pa’que me dejan sola si ya saben cómo soy" y "es un condenado" están grabadas en el imaginario colectivo.