Nuestra nieta nos acusó de tacaños tras recibir nuestro regalo de boda

Mi esposo y yo compramos a nuestra nieta un regalo de boda de su registro. Ella se puso en contacto con nosotros y nos acusó de tacaños después de recibirlo. Ahora, está enfadada y amenaza con alejarse porque no le dimos el regalo en metálico que dimos a cada uno de nuestros nietos en sus bodas.

Tengo más de 70 años y soy la orgullosa abuela de cinco nietos increíbles: tres mujeres y dos hombres. Adoro a cada uno y a menudo me desvelo por ellos emocional y económicamente. Siempre que tienen celebraciones o momentos difíciles, saben que pueden contar conmigo.

La menor de los nietos, Eloise, se casó el pasado octubre. Mi marido, que también tiene 70 años, y yo tenemos una tradición para nuestros nietos. Compramos un pequeño regalo de la lista de bodas, normalmente el artículo más barato, y luego, el día antes de la boda, les damos un cheque de $40.000.

Esperamos que lo utilicen para comprar una casa, pero en última instancia es su decisión. También les pedimos que lo mantengan en secreto, teniendo en cuenta nuestra numerosa familia. Hasta ahora, todos han respetado esta petición.

Esta vez, enviamos una freidora de aire a nuestra nieta menor, lo más barato de su lista. Eloise nos llamó, lívida, acusándonos de tacaños. Recuerdo que atendí su llamada y ni siquiera nos saludó, sino que empezó a despotricar: "¿En serio, abuela? Acabo de recibir tu regalo. ¿Una freidora de aire? Es lo más barato que hay en mi lista".

Me quedé desconcertada, porque aunque la freidora de aire era lo más barato que había en su lista, seguía pensando que le sería útil, así que se lo dije. Eloise siguió quejándose: "¿Útil? Vamos, sabes que puedes hacerlo mejor. Todo el mundo sabe que tienes dinero. No puedo creer que seas tan tacaño conmigo. Es vergonzoso".

En ese momento de acaloramiento, le dije: "Sí, tienes razón. Somos tacaños, viejos e inútiles. Lo único que NO sabías es que el día antes de la boda íbamos a regalarte un cheque de 40.000 dólares".

Se lo revelé a Eloise para intentar explicarle lo del regalo en metálico que solemos hacer a nuestros nietos antes de la boda, pero estaba tan enfadada que no escuchaba nada de lo que le decía. Especulé que quizá no se creía que le fuéramos a regalar tal cantidad de dinero después de haberle comprado sólo una freidora de aire.

Al final me dijo: "No, está claro. Simplemente no me quieren lo suficiente para demostrármelo. Ya sabes la presión a la que estoy sometida con la boda. Y luego, ¿esto? Es como si ni siquiera te importara", y colgó.

A pesar de que a mi marido y a mí nos sorprendió la reacción de Eloise, le compramos un juego de porcelana, con la esperanza de apaciguarla, pero decidimos no darle los 40.000 dólares, porque pensamos que no se los había ganado.

Avanzamos rápidamente hasta la semana pasada. Eloise habló con su hermano y descubrió que le estábamos diciendo la verdad sobre el dinero. Tras confirmarlo con sus primos, volvió a llamarnos, acusándonos de discriminación: "Acabo de enterarme de que es cierto que le dieron el dinero a todos los demás cuando se casaron. ¿Por qué yo no he recibido nada?".

Nos mantuvimos firmes, explicándole que nuestra postura se debía a su reacción inicial: "Pensamos que después de tu reacción al regalo de boda, no era correcto seguir adelante y regalarte el dinero". Eloise suplicó intentando convencernos de lo contrario: "Entonces, ¿me están castigando? ¿es eso? ¿Por qué me enfadé por una freidora de aire?".

Me enfadó que ni siquiera entendiera qué había hecho mal. "No por la freidora de aire, Eloise. Fue por cómo nos hablaste, por la falta de respeto, por los insultos. Eso no es algo que esperáramos ni que podamos tolerar", le expliqué.

Eloise nos imploró, casi llorando: "¡Pero eso es tan injusto! Estaba estresada, abuela. Planear una boda es duro, y simplemente estallé. No quería decir nada de eso". Sentí que sólo debería habernos pedido disculpas en vez de buscar excusas para justificar su comportamiento.

Sin embargo, le dije: "Entendemos que es un momento estresante, pero las acciones y las palabras tienen consecuencias. Esperábamos que comprendieras el valor de la familia y el amor por encima de las cosas materiales". Llena de desesperación, Eloise añadió: "¡Pero si lo comprendo! ¿No podemos olvidar todo lo que ha pasado? Necesito ese dinero, abuela".

Suplicó, amenazó con boicotear las Navidades y nos acusó de dejarla sin dinero, pero no cedimos. Al final, le expresé: "Te queremos mucho. Esto no tiene nada que ver con dejarte sin dinero. Sólo esperamos que reflexiones y entiendas por qué tomamos nuestra decisión".

Ahora, Eloise ha cumplido su amenaza y está boicoteando la Navidad. Su madre, que es nuestra nuera, se ha puesto de su parte, llamándonos poco razonables. Sin embargo, creemos que después de todo lo que hemos hecho por nuestra nieta, el regalo de la freidora de aire no debería haber desencadenado esta reacción.

Para contextualizar, ya habíamos pagado su universidad, y sus padres sufragaron sus estudios de postgrado y la mitad de la boda. Además, ella y su marido tienen una situación económica desahogada y no necesitan desesperadamente nuestro dinero.

Tampoco estamos enfadados con nuestros nietos por revelar el regalo en metálico, ya que ella forma parte del grupo de familiares que pueden saberlo. Nuestro motivo para enviar antes la freidora de aire fue que vivimos lejos, por lo que siempre enviamos nuestros regalos antes de tiempo.

El regalo de boda también es independiente del dinero, que damos con la esperanza de que se utilice para algo importante, como una casa. Ahora sentimos que las medidas que tomamos con Eloise eran bien merecidas y no vamos a dar marcha atrás en nuestras decisiones, aunque ella y su madre amenacen con hacer lo peor.

A pesar de los tumultuosos acontecimientos y de la negativa de Eloise a comprender nuestra perspectiva, mi esposo y yo mantenemos nuestra decisión. El amor y el respeto en nuestra familia son primordiales, y esperábamos que esta situación sea una experiencia de aprendizaje para ella.

Puede que las fiestas sean más tranquilas este año por la ausencia de su familia, pero esperamos que en el futuro haya curación y comprensión. Nuestra puerta y nuestros corazones siguen abiertos para Eloise, siempre que esté dispuesta a enmendar sus errores.

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Abuela no lleva regalos a sus nietas cuando las visita

Una abuela que utiliza TikTok para dar consejos sobre cómo ser abuelo publicó un polémico vídeo que provocó un debate en Internet entre abuelos y padres. Empezó uno de sus vídeos diciendo que no hace regalos a sus nietos cuando los visita.

DeeDee, de MoreThanGrand, se ha propuesto ayudar a los nuevos abuelos en la transición a su nuevo papel. Ofrece contenidos para ayudar a los abuelos a apoyar y comunicarse mejor con los padres en la crianza de sus queridos nietos. Sin embargo, un contenido concreto que publicó no sentó bien a mucha gente. Les pareció que se estaba tomando las cosas demasiado en serio.

¿Por qué no lleva regalos a sus nietos?

Vivía en una zona distinta de donde vivían sus nietos, y la mujer sólo los veía un par de veces al año. Decidió al principio de ser abuela que no llevaría nada cada vez que los visitara.

Una de las razones por las que quería evitar traer regalos innecesarios era que sus nietos ya tenían muchas cosas con las que jugar. Intentaba apoyar a los padres, que no querían más desorden en su casa.

Otra razón era que era tacaña con el dinero. "Soy tacaña y no quiero gastar dinero en cosas que se van a tirar", admitió.

Sin embargo, la razón principal por la que se negaba a llevar regalos a sus nietos era que no quería que esperaran con ilusión sus visitas por lo que llevaba consigo. Quería que se emocionaran al verla.

No quería que sus nietos corrieran a la puerta sólo para preguntarle qué había en su maleta para ellos. En lugar de eso, quería que la recibieran con sonrisas cariñosas y abrazos cálidos.

La mujer dejó claro que no siempre iba con las manos vacías

La mujer aclaró que no siempre visitaba a sus nietos sin nada en la mano. En algunas ocasiones, les llevaba un libro que había estado leyendo por videoconferencia y lo leían juntas acurrucadas en la cama.

Mientras unos la elogiaban por su sencillez, otros pensaban que iba demasiado lejos.

A veces les llevaba un juego de mesa al que podían jugar juntos. Después de la visita, se lo llevaba a casa para que tuvieran algo a lo que jugar cuando les tocara visitarla a sus nietos.

Una vez incluso rememoró su infancia trayendo las galletas que le regalaba su abuela cuando era niña. Sin embargo, estas ocasiones eran raras.

En su lugar, traía toda su atención y sus abrazos abiertos. Para la mujer, ha sido lo más satisfactorio. Siempre que la saludan en la puerta, sus nietos corren a abrazarla y a decirle cuánto la echan de menos. Compartió su opinión sobre el amor a los nietos sin necesidad de regalos, lo que provocó un debate en Internet.

Mientras unos la elogiaban por su sencillez, otros pensaban que estaba yendo demasiado lejos. Algunos usuarios señalaron que hacer regalos es un lenguaje de amor real que los niños aprecian mucho.

"Yo tuve una abuela como la que describes... La consideraba tacaña", escribió un comentarista. Pensaban que estaba bien que los niños recibieran al menos pequeñas muestras de agradecimiento, sobre todo si hacía mucho tiempo que no veían a su abuela. Al fin y al cabo, lo que cuenta es la intención.

Por último, pero no por ello menos importante, la gente pensó que la situación no era un escenario en el que hubiera que elegir una cosa u otra. Los usuarios le recordaron que estaba bien estar presente en la vida de sus nietos y, de vez en cuando, hacerles regalos sencillos.

¿Qué te parece la opinión de esta mujer sobre hacer regalos a los niños? ¿Estás de acuerdo? Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.