Hombre exigió que ningún negro toque su comida, y niños combaten su racismo con tierno gesto

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Aunque el mundo sí que ha progresado en lo que respecta al racismo y los prejuicios, todavía existe en diversas partes del globo, y ha sido presenciado a lo largo de los años.

Experimentar el racismo es la fea realidad para millones de estadounidenses que no son blancos. En consecuencia, muchos están sujetos a abusos racistas en el día a día.

Sin embargo, lo que esta pequeña niña hizo podría significar esperanza para el futuro.

Según Liftable, Autumn, de ocho años, estaba en la línea para comprar comida en un KFC local de White Center, Washington, con su madre, Danee Masarang, en febrero de 2017. Estando allí, escuchó el terrible comentario que un cliente le hizo a un trabajador afroamericano que estaba detrás del mostrador del local.

Mientras Autumn y su madre esperaban en la fila, el cliente comenzó a gritar a los trabajadores de KFC. Él gritó que se negaba rotundamente a comer cualquier cosa que hubiera sido cocinada o preparada por un hombre negro.

Después de que la madre y la hija vieron el dolor en la cara del cocinero cuando escuchó esas horribles palabras. Ambas querían hacer algo para mostrar su apoyo al pobre chico.

Horrorizadas por el incidente y el hecho de que tal racismo contra los estadounidenses negros continúa saliendo a flote, la niña de 8 años y su madre no se quedaron de brazos cruzados.

Maserang se puso en contacto con su amiga Jana, quien pensó en una idea creativa. Jana trabajaba en una escuela cristiana como maestra de arte, así que les asignó una linda tarea a sus alumnos.

Ellos debían crear tarjetas para el cocinero de KFC. Muchos incluyeron mensajes en las tarjetas para mostrar su apoyo.

El empleado estaba claramente conmovido por el gesto y el apoyo, y el amor, que recibió de estos amables extraños; se lo pudo ver secándose las lágrimas de los ojos mientras las mujeres le presentaban los regalos que habían recogido.

Mira cómo resultó todo este proceso. Y prepárate para soltar unas lágrimas.

Si bien los estudiantes aprendieron una lección significativa sobre el racismo y conmovieron a este cocinero con su bondad, esta historia también nos alienta a ser más proactivos en la lucha contra este problema social.

¡Logremos que estas situaciones dejen de suscitarse!