Niña de 15 años recibe la sorpresa de su vida después de que su papá adoptivo compra prueba de ADN

Los resultados de una prueba de ADN trajeron muchas sorpresas a esta adolescente.

Herald-Tribune informó que Keleigh Koeniger, una chica de 15 años de Sarasota, Florida, descubrió a un hermano cuando sus padres adoptivos compraron un kit de ascendencia.

Keleigh y sus padres, Jim Koeniger, de 71 años, y Leigh, de 54, tuvieron una gran Navidad. La adolescente recibió un nuevo teléfono celular, un teclado porque ama la música y otro regalo interesante.

Su padre le compró un kit de ADN de Ancestry.com. El kit no se tocó durante unos meses. De hecho, Jim había comprado los kits para los tres para rastrear la ascendencia de los Koenigers y no para localizar parientes.

La familia envió su ADN a través de muestras de saliva a la agencia. Recibieron los resultados hace unas semanas y se sorprendieron cuando se encontraron con algo inesperado.

Un nombre, Gustavo García, estaba en la parte superior de la lista de potenciales parientes de Keleigh. Ella comenzó a llorar cuando descubrió que podría tener un hermano.

Jim y Leigh estaban viviendo una vida exitosa de jubilados cuando decidieron tener un bebé hace unos 15 años.

La pareja consultó a una agencia de adopción en Sarasota. Luego tuvieron a su bebé, una niña de un año llamada Margarita Elizabeth Rivas García, que nació en Guatemala y más tarde se convirtió en Keleigh Koeniger.

Ahora es una estudiante de 15 años en Pine View. Ella toca el violín en la Orquesta Infantil de Sarasota. Jim dijo: "Ella es la luz de nuestra vida. Amamos a esta pequeña hasta la muerte".

Keleigh le envió un correo electrónico a García y le dijo que ella podría ser su hermana. Después de una serie de correos electrónicos y teléfonos, planearon una reunión.

Finalmente se conocieron cuando los Koenigers condujeron a Fort Myers para recoger a García en el aeropuerto. Sabía que era su hermana en el momento en que la vio. "Fue como si me estuviera mirando a mí mismo", dijo.

El dúo de hermanos pasó el tiempo hablando, riendo, escuchando música y haciendo planes para reunirse nuevamente.